lunes, 31 de enero de 2011

Es un placer intangible el vuelo nocturno
Ese que sabe a vulgar ironía de azufre,
A comunión lunar y conspiración.

No es una dicha la luz...
Pero la hermosa criatura sigue invisible en los bosques.

La “Era permanente” se crispa en el barrio...
El cóctel espera el grito final.

Caminemos entre las calles de duro cemento
El ascensor ya no logra subir, corazón...

1 comentario:

Rosa dijo...

Entre lo intangible y la cotidianeidad transcurre la vida.

Besosss