lunes, 29 de junio de 2009

fragmentos...

71

Hojas temblorosas escondidas noche adentro
Luna descubre miedo cobijado.
Corteza piel rasgada
Savia llanto de los “inmóviles”.

72

Solo tierra aire, agua tierra, tierra setas, líquenes tierra, tierra esencia,
algas azules principio de todo y tierra, suelo y techo, techo y suelo.
(Y nosotros miniaturas con aires de grandeza)
Tierra hogar y desde las letras tratar de amar tierra adentro.

73

Oxigenar las almas era su trabajo.
Ensordecedor aullido triunfa.
La caja de cartón al fin y al cabo es solo eso.
Ella y su boca cuidan la institucionalidad.

Pero la mecha va agujereando de a poco, lo sé.
Despertará.
Los sobres son hilos que maniatan.
Cuesta verlo, pero lo sé.

74

La sopa está lista.
Comensales.
Acerquen fauces desgarradoras de ilusiones ingenuas.

Muere en el desierto alegre presagio de cambio.
Vestigios de oscuras noches se aproximan.
Honduras no elige.
No duerme.


75

Promesas Profundas Pronuncian Probos Provocadores.



jueves, 18 de junio de 2009

DESAHOGO. (Palabras X)

¿Cuánto sabe la gente sobre la verdad y la mentira, el bien y el mal, sobre el yin y el yang; sobre la gente misma, que a veces camina sin rumbo y otras tantas con puerto fijo, tan fijo que da asco? ¿Dónde terminará la gente que está esperanzada en el cambio realizado por los que no cambian, por cerebros estancados en sistemas cruentos y salvajes? Ni idea. Pero de algo estoy seguro, ellos tampoco tienen ni la más mínima idea. Porque la educación es una ramera burocratizada.

Hoy desperté con pocas ganas de aguantar a los eruditos intelectualoides, técnicos hacedores de las pavadas que confunden a la masa que sale a trabajar, pelotudos sabelotodo que arman y desarman planes para salvarnos de la muerte pronta, que acecha en mi barrio; y en el tuyo también, no? Muerte con nombre y apellido, aunque sin rostro ni sito donde encontrarla. Parca cogotuda y perfumada con vino fino y añejado. Custodiada por duendes azules y punteriles.

Hoy desperté destellante e incendiado por el calor de lo que nadie dice, por las “entrelíneas” de los iluminados radiales y televisivos que se meten en la mente de todos, sí, de todos y todas, creando un pensamiento único, inventando la felicidad en la tristeza, el amor en el odio, la verdad en la mentira, la enfermedad en la salud. Siempre favoreciendo a la “vieja cosechera”.

¿Dónde estamos parados? No veo carteles indicadores...

Estamos, los trabajadores, condenados como Sísifo, a llevar una piedra en la espalda.

“Cuando el niño llegó a la casa, la madre lo miró y no dijo nada. El párvulo, al ver a la madre sin palabras de bienvenidas, interrogó. ¿Por qué el silencio? La mujer enmudecida rompió en llanto y sus lágrimas helaron su cara, entonces el hijo comentó, qué frío hace aquí dentro. La madre respondió que no había prendido la estufa. ¿Por qué? Preguntó, el niño. Pues no queda carbón, dijo la mujer. Insistió, Javier. ¿Pues por qué no hay carbón? No ha quedado plata en la lata. El niño, como todo infante, siguió preguntando. Madre ¿Por qué no hay más dinero? A tu padre lo echaron de la mina, del trabajo, sin pagarle un peso. ¿Y por qué lo han echado si es un buen trabajador? Porque al patrón le sobra el carbón.”

Hoy me levanté y este relato fue lo primero que leí. Todo no es lo que parece, ni todo parece lo que es. El relato es del siglo IXX, y no sé por qué, en el momento de terminar creí que era una noticia de “El Obrero Internacional” o de “Prensa Obrera”, sobre la crisis financiera internacional, pero no. Era la verdad que venía a recordarnos lo que somos... Parte de una clase, la clase trabajadora.

El relato deja ver con claridad, qué es una crisis capitalista y quiénes son los que terminan pagándola.

Todo lo que sobra allá, falta acá. Y viceversa.

Hoy desperté...

Desperté y luego de un rato, me encontré con “Ilusión” y Lao; y aprendí que “Lo que duele, duele tanto, que te muele el corazón”.

A mi me muele el corazón que a millones le falte lo que le sobra a unos pocos...

miércoles, 10 de junio de 2009

El tiempo envejece a la infancia


A la escalera del tobogán
Le falta un par de escalones.
¿Será que ya no le atrae
Deslizarse cuesta abajo?
¿O le teme al desierto de arena,
similar al de la vida, que lo espera?.
Hay vestigios de sonrisas
En el aire que respiro,
De dientes de leche que aún,
Ingenuos ríen al sol.
Suelo escuchar por las noches,
Lejana, ajena, sin luna,
Una suave y desafinada canción de cuna,
Que me hace pensar en ella,
Como un clásico de amor.
Cinco piedras y de espalda
Algún cielito que espera,
Con harapos de cemento,
Pintado con tiza o crayón.
Y así se escurren las ganas,
Entre arrugas, entre canas,
Las flores pierden fragancia,
El tiempo envejece a la infancia.


..............................................................................................
Poema escrito hace 5 años.

Para los niños y niñas que tienen que madurar de golpe. Por diferentes motivos.

Para Mely...